Acerca de Mi

espada nino

🌟 A cerca de mí.

Soy ingeniero y durante años trabajé en el mundo de la ciencia y la tecnología, pero siempre sentí una conexión con las ciencias ocultas. A lo largo de mi vida, experimenté señales que me indicaban que tenía una sensibilidad especial e intuición aguda.

No imaginé que ese don pudiera tener un propósito mayor hasta que conocí a Ana Iris (+), una astróloga que vio en mí un potencial y me impulsó a explorar mis capacidades. Su insistencia me llevó a dar el primer paso en el mundo de las lecturas.

Más adelante, Esther, con su conocimiento en astrología, numerología y cartomancia, me introdujo en el significado de los números y cómo estos se conectan con la intuición del tarot, formando juntos una herramienta poderosa para la guía espiritual.

La confirmación final vino de alguien muy especial, un ser de luz encarnado que, en momentos de duda, me recordó que debía confiar en mi don y aceptar mi capacidad de ver más allá. Sus palabras disiparon mis miedos y me dieron la seguridad para seguir este camino.

Además, mi conexión con lo espiritual se vio reforzada por María, una espiritista y medium, quien siempre me habló de mi luz y mis guías espirituales. En mi familia, también han existido dones: mi bisabuela Francisca (+) fue una excelente espiritista, mi madrina Ibis inigualable con las cartas españolas, y mi hermano Juan, quien posee una conexión especial con lo espiritual y místico-.

Con el tiempo, entendí que todo esto no era casualidad. La insistencia de quienes me rodeaban, la conexión con mis ancestros y la experiencia con personas que han recurrido a mis lecturas me han ayudado a afianzar mis capacidades. Paulita, una tarotista vidente, siempre me ha dicho “eres seco” con las lecturas, lo que ha reforzado mi confianza. Miguel (+), un canalizador y amigo siempre me decía que esto era lo que estaba destinado a hacer, y hoy entiendo que no se equivocaba.

Hoy, combino el tarot y la numerología para ofrecer lecturas profundas y reveladoras. Siempre resalto que las cartas son una guía y no determinan el destino, ya que cada persona tiene el poder del libre albedrío para tomar sus propias decisiones.